El Golubtsi es un plato ucraniano delicioso: rollitos de repollo rellenos de carne picada y arroz, asados con salsa de tomate y finalizados con crema agria y eneldo.

El Avgolemono es una sopa griega con caldo de pollo y arroz, finalizada con una emulsión de zumo de limón y huevo, lo que le da un sabor cítrico delicioso, y una textura cremosa maravillosa.

Hacer pitas en casa desde cero es maravilloso, sobre todo si van rellenas de falafel casero, salsa de tahini, tzatziki, cebolla encurtida y cherrys. ¡Para morirse!

Hacer palmeritas de hojaldre (o palmiers, orejas de elefante, anteojos) desde cero, con hojaldre invertido y completamente a mano, es difícil, pero no imposible.

Estos canelones de gambas, jamón, setas shiitake y puerros y cebolla caramelizados son una auténtica maravilla: sabrosos, cremosos y con pasta fresca al dente perfecto.

El Borscht es una sopa ucraniana perfecta para un día frío: patatas, remolacha, alubias, caldo de ternera…todos los componentes para hacerte sentir en casa.

Este delicioso arroz meloso con conejo es tremendamente sencillo de preparar, y digno de cualquier arrocería de lujo: cremoso y lleno de sabor y heterogeneidad.

Estas tres recetas de salmón (con guarnición) son perfectas para una cena deliciosa: con salsa teriyaki, con salsa Sandefjordsmør; y a baja temperatura.

La sopa Minestrone es un famoso plato italiano: llena de verduras hasta arriba y con un caldo sabroso y delicioso, además de pasta fresca casera.

El cocido madrileño es probablemente el mejor plato para un día de frío: caldito caliente, carnes de cerdo, ternera y gallina, hortalizas, chorizos y morcillas.

Los biscotti son unas galletas italianas deliciosas: crujientes, con frutos secos y cubiertas con chocolate, son perfectas para la Navidad o cualquier época del año.

Estas tres bebidas invernales son una forma maravillosa de alegrarte una tarde de Navidad: ponche de huevo (eggnog), chai latte y pumpki spice latte.

El Capriccio es una receta italiana que es básicamente una lasaña enrollada, rellena de ricotta, espinacas, jamón y queso, y cubierta con bechamel y tomate.

Los latkes son uno de los platos más típicos de la festividad judía Janucá: patata rallada formada en tortitas y frita, imposiblemente crujiente.

Los maritozzi son unos bollitos italianos muy similares al Roscón de Reyes español: una masa esponjosa y enriquecida, rellena de nata y aromatizada con naranja.

Este arroz meloso-caldoso con bogavante es una auténtica delicia. Hecho desde cero, con caldo casero de pescado, langostinos y bogavante vivo.

La moussaka es una prima lejana griega de la lasaña: un delicioso ragú de ternera, una bechamel cremosa y berenjenas asadas al punto. Nada puede salir mal.

El fish & chips (pescado y patatas fritas) es el plato nacional del Reino Unido. En esta receta hacemos sus tres componentes desde cero, los tres gourmet.

Esta es la mejor forma posible de comerse unos tortellini: sumergidos en un delicioso caldo casero de ternera y pollo. Los hacemos desde cero, con pasta fresca.

Los canelones definitovos: pasta casera, rellenos de carrillera de cerdo, cebolla caramelizada y foie, cubiertos con bechamel y pecorino romano.