Hogaza de croissants con hojaldre casero
A ver, que si, que hacer croissants en casa ya es suficiente flex, que soy consciente, pero es que a mi me entra una necesidad cada x tiempo de hacer hojaldre. El proceso es súper divertido, muy satisfactorio, y hay algo muy dentro de mi que quiere que algún día me convierta en repostero profesional. Probablemente ya se me haya pasado el arroz para ser uno de esos reposteros artesanos que hacen bailarinas de ballet con harina y mantequilla, pero puedo calmar la imperiosa necesidad de volverme francés por dos días con estos proyectitos, que además enseñan mucho acerca de cómo manejar una masa y por qué manejarla así.
La hogaza de croissants es eso mismo, croissants pegados uno al lado del otro, con el beneficio de que se hacen en un molde y por lo tanto los bordes se quedan más caramelizados de lo que quedan en un croissants tradicional.
Y si, para los que preguntan: puedes hacer la hogaza con hojaldre comprado. Venga, intenta decirlo sin vergüenza: Hogaza de croissants con hojaldre comprado. No suena tan glamuroso, la verdad.
DIFICULTAD: AVANZADA - INGREDIENTES: FÁCIL - TIEMPO: 3 DÍAS
TIEMPO ACTIVO: 1 HORA Y MEDIA - CANTIDAD: 2 HOGAZAS
INGREDIENTES
- HOJALDRE
170 ml de leche
170 ml de agua
5 g de levadura instantánea de panadero
600 g de harina de fuerza
10 g de sal
60 g de azúcar
6 g de levadura
40 g de mantequilla
340 g de mantequilla
MÉTODO
- HOGAZA DE HOJALDRE CASERO
DÍA 1:
En un bol pequeño mezcla el agua y la leche.
En un bol grande mezcla la harina, la sal, el azúcar y la levadura instantánea de panadero.
Haz un hueco en el medio y añade los ingredientes líquidos. Mezcla hasta que toda la harina se incorpore.
Añade la mantequilla e incorpórala.
Transfiere la masa a una superficie de trabajo y amásala durante 4 minutos, o hasta que la masa se haya alisado.
Transfiérela a un recipiente y cúbrela con papel film. Déjala reposar en la nevera 12 horas.
DÍA 2:
Coloca la mantequilla encima de una hoja de papel vegetal, creando una especie de cuadrado.
Dobla el papel creando un molde de 15x15 cm.
Con la ayuda de un rodillo amasa la mantequilla hasta que tome las dimensiones del molde, asegurándote de que tenga el mismo grosor en todos sus puntos. Refrigéralo en la nevera media hora.
Saca la masa a una superficie y estírala con un rodillo hasta que tenga forma de cuadrado de 26x26 cm.
Coloca el bloque de mantequilla con las esquinas en los lados de la masa.
Dobla las esquinas de la masa hacia el centro del bloque de mantequilla. Júntalas y con un rodillo sella la masa completamente.
Enharina la superficie y estira la masa hasta que mida 50 cm de largo, siendo muy cuidadoso y aplicando la misma presión constantemente.
Recorta la masa sobrante por los lados.
Dobla la masa en tres, como si fuera una carta.
Envuélvela en papel film y métela a la nevera media hora.
Estira la masa a lo largo hasta que mida 50 cm de largo.
Dóblala en tres, como si fuera una carta.
Envuélvela en papel film y métela a la nevera media hora.
Estira la masa a lo largo hasta que mida 50 cm de largo.
Dóblala en tres, como si fuera una carta.
Envuélvela en papel film y métela a la nevera 12 horas.
DÍA 3:
Saca la masa a una superficie enharinada y estírala hasta que mida 25 cm de largo.
Córtala por la mitad y reserva una de las mitades en la nevera.
Corta la masa sobrante por los lados de la mitad de hojaldre. Estíralo hasta que tengas un rectángulo de 25x30 cm.
Haz marcas de 7,5 cm en los dos lados de 30 cm, y después corta con un cuchillo de marca a marca, creando rectángulos de masa.
Enrolla cada rectángulo sin aplicar presión.
Repite con la otra mitad de masa.
Transfiere los rollitos a moldes engrasados de mantequilla, cuatro por molde (mis moldes son de 23x9x8 cm).
Barniza los rollitos con un huevo mezclado con un chorrito de agua. Déjalos crecer 2 horas sin tapar, aplicando más barniz de huevo si la superficie se seca mucho.
Aplica una última capa de huevo y mételos a un horno a 190 grados durante 40 minutos, rotándolos una vez a la mitad del horneado.
Sácalos y déjalos reposar 1 minuto en el molde, y después transfiérelas a una rejilla a enfriar completamente.