Los mejores rollitos de canela que has probado
Los cinnamon rolls son los bollitos más famosos de los Estados Unidos, formados por una masa de brioche absurdamente tierna, intercalada con un delicioso azúcar de canela y cubiertos por un glaseado de queso crema, dulce al punto justo. Son una de las mejores formas de empezar el día que existen, al lado de una taza de café, y un proyecto de repostería apto para novatos, ya que darles forma no requiere prácticamente nada de habilidad.
Esta receta me encanta, porque estan buenisimos y le gustan a todo el mundo, pero sobre todo porque los rollitos pueden congelarse, con glaseado y todo, y ya tienes el desayuno perfecto para los próximos 10 días. Lo mejor es sacarlos la noche anterior y que se descongelen a temperatura ambiente, pero entre tu y yo, 1 minuto en el microondas en el programa de descongelar no solo consigue resultados muy parecidos, sino que encima los calienta un poquito, y casi casi casi parecen recién hechos.
Aunque esta receta es maravillosa, tengo también otra para una versión más sofisticada, los llamados cinnamon buns. Si eres un repostero un poco más experimentado, te recomiendo que les eches un vistazo, porque merecen mucho la pena.
DIFICULTAD: INTERMEDIA - INGREDIENTES: FÁCIL - TIEMPO: 3 HORAS Y MEDIA
TIEMPO ACTIVO: 35 MINS - CANTIDAD: 15 ROLLITOS
INGREDIENTES
- MASA DE CINNAMON ROLLS
600 g de harina de trigo
110 gramos de azúcar
6 gramos de sal
5 g de levadura instantánea de panadero
250 ml de leche entera
2 huevos (L)
1 yema (L)
80 gramos de mantequilla sin sal
- RELLENO CINNAMON ROLLS
250 g de azúcar moreno
18 gramos de canela molida
100 g de mantequilla sin sal
- FROSTING DE QUESO CREMA
120 g de queso crema
80 gramos de azúcar glas
30 ml de leche entera
Extracto de vainilla al gusto
MÉTODO
- CINNAMON ROLLS
En un bol, combina la harina, el azúcar, la sal y la levadura instantánea. Mezcla con unas varillas.
Haz un hueco en el medio y añade la leche entera templada, los huevos y la yema. Rompe las yemas con una espátula y comienza a batir, incorporando la harina poco a poco. Continúa con las manos cuando la espátula no de para más.
En dos tandas, incorpora la mantequilla a temperatura ambiente en la masa.
Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante 10 minutos, o hasta que la masa deje de ser pegajosa y sea elástica.
Transfiere la masa a un bol ligeramente enharinado y déjala fermentar o bien dos horas a temperatura ambiente, o bien toda la noche en la nevera, cubierta con papel film.
En un bol, mezcla el azúcar moreno y la canela. Resérvalo.
Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y, con un rodillo, estírala, dándole forma de rectángulo de 70x30 cm aproximadamente.
Extiende la mantequilla con textura de pomada por toda la superficie de la masa, dejando un borde de 1 cm alrededor.
Espolvorea todo el azúcar de canela por toda la superficie de la masa. Presiona ligeramente con las palmas de las manos para que se adhiera a la mantequilla.
Enrolla la placa de masa a lo ancho, procurando que quede apretado.
Corta los extremos del rollito, y después divídelo en 12 trozos de 4-5 cm de ancho.
Transfiere todos los rollitos a una fuente de horno engrasada con mantequilla, con el corte mirando hacia arriba.
Deja que los rollitos leven 30-45 minutos, o hasta que estén gorditos y al presionarlos con un dedo retomen la forma parcialmente.
Mete la fuente a un horno a 180 grados centígrados durante 20 minutos, calor solo por abajo.
Mientras se hornean, en un bol, mezcla el queso y el azúcar glas. Bate con unas varillas hasta que se incorporen.
Añade la leche entera y el extracto de vainilla. Mezcla y reserva.
Saca los rollitos del horno y deja que reposen en la fuente 15 minutos.
Vierte el glaseado por encima de los rollitos, y listo.