Meatball Sub, completamente desde cero

Las albóndigas están presentes en todas las gastronomías del mundo, en diferentes versiones y formas. Por eso no es raro que a alguien se le ocurriera meterlos en un bocadillo, because why not. Tiene mucho sentido. Y ya encima si les pones queso por encima, lo gratinas, un poco de albahaca, y todo ello está encerrado en un panecillo de leche casero, pues te pasas el juego.

Por supuesto los panecillos caseros son opcionales, pero quedan súper ricos. El tanzghong es una técnica japonesa utilizada en los panecillos de leche japoneses, pero aquí sustituye a un componente muy típico en los panecillos tipo subway: la malta diastática, una potenciador de la levadura, por así decirlo, que hace que las hogazas se hinchen mucho. Conseguirla para su consumo doméstico es casi imposible, solo se vende en kilos, así que el tanzhong tendrá que valer. Pero vamos, que salen perfectos así también.

Como veréis en la receta, opcionalmente podéis meter los panecillos en una bolsa de plástico toda la noche para potenciar esa cualidad blandita y chiclosa de este estilo de panecillos. Por supuesto, en vez de este tipo de hogaza puedes usar algo crujiente, como una baguette o una chapata, y el resultado seguirá siendo maravilloso (de hecho, probablemente esté más rico, pero yo quería mantener la esencia Subway).

DIFICULTAD: FÁCIL - INGREDIENTES: FÁCIL - TIEMPO: 45 MINS (SIN PAN)

TIEMPO ACTIVO: 45 MINS (SIN PAN) - CANTIDAD: 3 BOCADILLOS

INGREDIENTES

- PANECILLOS DE LECHE

  • Tangzhong:

    • 20 g de harina de trigo de fuerza

    • 30 ml de agua

    • 60 ml de leche entera

  • 400 g de harina de trigo de fuerza

  • 5 g de levadura instantánea de panadero

  • 8 g de sal

  • 200 ml de leche entera

  • 10 g de miel

  • 20 g de aceite de oliva

- MEATBALL SUB

  • Albóndigas:

    • 150 g de aguja de ternera picada

    • 150 g de lomo de cerdo ibérico picado

    • 30 g de pan rallado

    • 90 g de kéfir/nata/leche

    • 1 huevo

    • 30 g de parmesano rallado

    • 1 cebolla mediana

    • Media cucharilla de comino

    • Punta de cayena

    • Sal

    • Pimienta negra

  • Salsa de tomate:

    • 3 lonchas de bacon

    • Chorrito de vino blanco (opcional)

    • 200 g de tomate triturado

    • 20 g de parmesano rallado

  • 3 lonchas de queso provolone/mozzarella

  • Queso parmesano

  • Albahaca fresca

MÉTODO

- PANECILLOS DE LECHE

  1. Para el tangzhong: en un cazo, combina la harina de trigo, el agua y la leche. Mezcla y ponlo sobre fuego medio-alto.

  2. Remueve constantemente durante 2 minutos aproximadamente, hasta que adquiera una consistencia sólida y pegajosa. Transfiérelo a un bol y déjalo enfriar completamente.

  3. En un bol grande, añade la harina de trigo, la sal y la levadura instantánea de panadero. Mezcla todo.

  4. Haz un hueco en el medio y añade la leche, el aceite de oliva, la miel y el tangzhong. Incorpora todos los ingredientes.

  5. Amasa a mano durante 6-7 minutos, o hasta que tengas una masa elástica y lisa.

  6. Transfiere la masa a un bol y cúbrela con un trapo húmedo. Déjala levar de 1 a 2 horas a temperatura ambiente, o hasta que doble su tamaño.

  7. Desinfla la masa y divídela en cuatro trozos iguales.

  8. Dale forma de bola a cada trozo y déjalas reposar 15 minutos, cubiertas con un trapo húmedo.

  9. Forma los panecillos con la técnica que se muestra en el vídeo.

  10. Deja que los panecillos leven en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, hasta que aumenten su tamaño un 75% aproximadamente.

  11. Con un cuchillo muy afilado o una cuchilla, haz un corte a lo largo en cada panecillo, de 1 cm y medio de profundidad.

  12. Espolvorea agua por encima de todas las barras y mete la bandeja a un horno a 200 grados durante 10 minutos, con un recipiente con agua en la parte baja.

  13. Dale la vuelta a la bandeja y hornea 10 minutos más.

  14. Saca los panecillos del horno y déjalos enfriar completamente. Opcionalmente, mételos en una bolsa de plástico durante toda la noche para que queden más blanditos y chiclosos.

- MEATBALL SUB

  1. En un un bol, mezcla el pan rallado con el kéfir y deja que se hidrate 15 minutos.

  2. Mientras, pela y pica la cebolla y sofríela en una sartén sobre fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva, unos 15 minutos, hasta que esté ligeramente caramelizada.

  3. En un bol, añade las carnes picadas, el pan rallado hidratado, la cebolla caramelizada, el parmesano, el huevo, el comino en polvo, la cayena, la sal y la pimienta negra.

  4. Mezcla con la mano hasta que sea homogéneo, y después lanza la masa contra el bol 10 veces, hasta que sea elástica.

  5. Con las manos mojadas, crea bolas de 50 gramos cada una.

  6. Mete las albóndigas al congelador 30 minutos antes de freírlas.

  7. En una sartén sobre fuego medio alto, añade aceite de oliva y marca las albóndigas por 2, 3 o 4 lados, al gusto.

  8. Saca las albóndigas y añade las lonchas de bacon cortadas en trozos medianos. Fríelas durante 2-3 minutos, hasta que estén doradas y hayan soltado grasa.

  9. Desgrasa la sartén con el vino blanco, y cocínalo 1 minuto.

  10. Añade el tomate triturado y las albóndigas marcadas, y cocina durante 15 minutos aproximadamente, hasta que las albóndigas estén hechas y la salsa sea espesa.

  11. Retira las albóndigas y añade el queso parmesano. Mezcla y reserva.

  12. Corta un panecillo por la mitad, sin llegar hasta el final, y vacía la miga.

  13. Pon abundante salsa de tomate en la base y coloca cuatro albóndigas encima.

  14. Coloca 3 lonchas del queso de tu elección encima y gratínalas en el horno o con un soplete de cocina.

  15. Ralla queso parmesano por encima, pica albahaca y colócala por encima. Sirve y disfruta.

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