Babka, el pan de chocolate judío
Os presento uno de mis dulces favoritos: el babka, que es un pan de chocolate judío, es todo lo que necesito en mi vida cuando tengo un antojo de chocolate: una masa de brioche enriquecida y esponjosa entrelazada con un relleno de chocolate potente; y todo ello finalizado e hidratado con un sirope, que hace que sea tremendamente jugoso.
Os lo digo de verdad: pocas cosas más buenas vais a probar que esta hogaza si sois fans del chocolate, es algo que merece mucho la pena hacer. Procura utilizar un buen chocolate, de alta pureza, para obtener los mejores resultados.
Es importante que dejes que la masa repose en la nevera los tiempos indicados, porque si no, al ser una masa de brioche con mantequilla, será imposible de trabajar bien y enrollar adecuadamente. Hazme caso, ya tuve que tirar un babka (fue muy triste).
DIFICULTAD: INTERMEDIA - INGREDIENTES: FÁCIL - TIEMPO: 8 HORAS Y 15 MINS
TIEMPO ACTIVO: 45 MINS - CANTIDAD: 6 PORCIONES
INGREDIENTES
- MASA
10 g de levadura fresca (4 gramos de instantánea, 6 gramos de seca)
85 ml de agua templada
265 g de harina de trigo normal
2 g de sal
1 huevo y 1 yema
75 g de mantequilla sin sal
Aceite neutral
- RELLENO
70 g de mantequilla
95 g de chocolate (60% pureza o más)
20 g de cacao en polvo
65 gramos de azúcar glas
Nuez moscada (opcional)
- SIROPE SIMPLE
40 g de agua
40 g de azúcar
MÉTODO
- ROLLITOS
En un bol pequeño, disuelve la levadura fresca en el agua templada. Resérvalo.
En un bol grande mezcla la harina de trigo, el azúcar blanco y la sal. Mezcla todo con unas varillas.
Añade el huevo, la yema y el agua con levadura. Mezcla poco a poco con la harina, hasta que se hidrate toda.
Añade la mantequilla en tres tandas, incorporando toda antes de añadir el resto.
Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada. Amasa de 10 a 12 minutos, o hasta que sea lisa y elástica y no se adhiera a la superficie.
Transfiérela a un bol y déjala levar seis horas en la nevera, cubierta con papel film.
Una hora antes de trabajar la masa, pica el chocolate en trozos y transfiérelo a un cazo, junto a la mantequilla. Derrítelos sobre fuego bajo.
Apaga el fuego y añade el cacao en polvo, el azúcar glas y opcionalmente un poco de nuez moscada. Mezcla todo hasta que sea una pasta homogénea y sin grumos, y resérvalo.
Saca la masa de la nevera y estírala con la ayuda de un rodillo hasta que forme un cuadrado de 30 x 30 cm, trabajando rápido.
Extiende la mezcla de chocolates completamente fría por toda la superficie de la masa, dejando un borde de 2 cm en el extremo superior.
Humedece ligeramente la parte superior, y después enrolla desde abajo, intentando que quede apretada.
Envuélvela en papel film y déjala enfriar en la nevera una hora.
Engrasa con mantequilla un molde, y después enharínalo ligeramente.
Con un cuchillo de sierra enharinado corta el rollo a lo largo.
Une los extremos de las dos mitades y trénzalas. Une los extremos del otro lado y transfiere el babka al molde.
Déjalo levar a temperatura ambiente durante 1 hora y media, cubierto con un trapo húmedo, o hasta que haya doblado su tamaño.
Mete el babka a un horno precalentado a 180 grados, calor solo por abajo, durante 25 minutos, o hasta que tenga un color tostado profundo por encima.
Mientras, añade el agua y el azúcar a un cazo, ponlo sobre fuego medio y disuelve el azúcar. Resérvalo.
Saca el babka del horno e inmediatamente barnízalo con el sirope, utilizando todo.
Deja que repose 10 minutos en el molde y después sácalo y déjalo enfriar en una rejilla hasta que esté completamente frío y el relleno se haya asentado.